Colonialidad de la naturaleza, saber y poder en la ecología política latinoamericana
La Ecología política es el campo disciplinario y político del encuentro de diferentes racionalidades, en la apropiación social de la naturaleza y en la construcción de un futuro sustentable. Este propósito histórico demanda la de-construcción de las teorías y prácticas edificadas sobre los fundamentos de la racionalidad científica, económica tecnológica y política de la modernidad, inscritas en las instituciones nacionales e internacionales del mundo globalizado y arraigadas en los mundos de vida de la gente, para construir nuevas relaciones socio-ambientales.
La ecología política no sólo opera esta deconstrucción en la teoría, sino a través de prácticas de emancipación de los pueblos en sus luchas por la reinvención de sus identidades y la reapropiación de sus territorios bio-culturales. Las condiciones de vida de las diferentes culturas, registradas en los imaginarios y prácticas de los pueblos, reemergen hoy en la re-significación y re-afirmación de sus identidades culturales,
Abordar la Ecología Política en América Latina implica desde su especificidad latinoamericana recuperar la perspectiva analítica del programa de investigación Modernidad /Colonialidad
El programa de Investigación Modernidad/Colonialidad surge como un espacio contemporáneo de interlocución colectiva en, desde y sobre América Latina. No es un programa nuevo en realidad, para América Latina. La Ecología Política se construye a partir de un dialogo y alimentación mutua con la historia ambiental, la filosofía y la sociología ambiental, y la economía política: Su punto de partida constituye la persistencia de la “Colonialidad que afecta a la naturaleza latinoamericana”. La misma (que más que una realidad biofísica (flora, fauna, ecosistemas, seres humanos y no humanos) constituye una realidad territorial y una dinámica sociocultural, que articula estos ecosistemas y paisajes a un pensamiento hegemónico global que ve la región como une espacio subalterno que puede ser explotado, arrasado, reconfigurado según las necesidades de los regímenes de acumulación vigentes. La historia es fundamental: son 5 siglos de saqueo de fauna, flora, recursos minerales, seres humanos objetos d ella experimentación y el despojo.
Una larga Historia de desarrollo desigual y una creciente ruptura del metabolismo sociedad-naturaleza a escala global va a constituir unos de los ángulos de estudio de la ecología política desde la historia ambiental. El Indigenismo Latinoamericano de Mariátegui y el pensamiento de Martí van a contribuir a esta crítica de las narrativas sobre la naturaleza, pensadas desde el siglo XVIII y XIX desde una visión dominante en torno a un mundo dual entre el civilizado y el salvaje, en el que la naturaleza aparece como el elemento amenazador a vencer y dominar y una cultura popular que tiende a un dialogo de relaciones naturaleza y cultura, complejas.